La marca estaba trabajando para lanzar en España, a la vuelta del verano, su primera tienda online. Debíamos crear una campaña suficientemente notoria como para captar la atención de los internautas, transmitir ágilmente el mensaje que querían comunicar y, como no, generar tráfico al e-commerce.
Aprovechando las virtudes de interacción que nos aportaba una campaña rich-media, aludiendo a la sencillez y rapidez del proceso de compra en la nueva tienda online de la marca -abierta 24/7- planteamos hacer una máquina de vending digital.
Al igual que con un refresco o una chocolatina, emulábamos el impulso de compra al ver algo apetecible que se te antoja y, por no mucho dinero, lo tienes de forma ‘inmediata’.